
Humphrey Bogart with The Maltese Falcon. (PRNewsFoto).
La frase más célebre de la película El Halcón Maltés es aquella, hacia el final, con la que el detective Sam Spade intenta explicar la razón por la cual tanta gente lleva tanto tiempo buscando la estatuilla que da nombre a la historia. Dice Spade que está hecha con “el material con que se forjan los sueños”. El valor que esa pieza pueda alcanzar en el mercado de las antigüedades forma parte, indudablemente, de ese material, pero no explica de modo suficiente el extraordinario interés que suscita. Este no se entiende si no se tienen también en cuenta la rareza de la estatuilla, su vinculación con un pasado de sangre, traición y heroísmo, y las muchas aventuras que viven sus buscadores para intentar hacerse con ella.
La frase sobre los sueños no está en la novela homónima de Dashiell Hammett en la que se basó John Houston para hacer la película que puso los fundamentos del cine noir de los años 1940 y 1950. El cineasta la tomó prestada de una obra de Shakespeare y acertó plenamente al hacerlo. El Halcón Maltés, novela y película, no es otra cosa que una historia sobre la búsqueda del tesoro. Quizá por eso Spade no intenta detener al gordo Gutman la última vez que se ven en su apartamento. Le concede una oportunidad de escaparse y seguir con su quête. “De nada sirve creer que se va a acabar el mundo porque hayamos tenido un pequeño tropiezo”, dice Gutman en esa escena. Intuyo que Hammett pensaba que, como el pirata cojo John Silver de la novela de Stevenson, Gutman no debía de ser encarcelado. La vida sería una mierda si no le permitiera seguir soñando hasta su último aliento, y a nosotros con él.
Spade solo hace personalmente una detención en El Halcón Maltés, la de femme fatale Brigid O’Shaugnessy. Él mismo explica el por qué: Brigid ha matado a sangre fría al comienzo de la historia a Miles Archer, socio de Spade en una pequeña agencia de detectives de San Francisco. Y aunque Spade no apreciaba a Archer –de hecho, se acostaba con su mujer-, no puede permitir que ese crimen quede impune. “Cuando matan a un miembro de una sociedad de detectives, es mal negocio dejar que el asesino escape”, dice.

Javier Valenzuela recibe el Halcón Maltés correspondiente al Premio de Periodismo Turia 2018.
Con Humphrey Bogart encarnando a Spade, John Houston hizo una película tan maravillosa como la novela de Hammett. Siempre me ha gustado que el cineasta mantuviera el mensaje del escritor. El papel central del individuo que lucha por su libertad y su dignidad en medio de la jungla de asfalto capitalista. La reivindicación del sueño como motor de la aventura humana. La solidaridad con los tuyos más allá de la simpatía o antipatía personal.
PS. Lector asiduo de Hammet desde mis años mozos en Valencia, pocas cosas pueden hacerme más feliz que recibir este sábado (7 de julio de 2018) una reproducción del Halcón Maltés de manos del único semanario que yo compraba entonces. Muchas gracias a Turia por hacerme soñar.
Artículo publicado originalmente en Cartelera Turia el 6 de julio de 2018.